Es preciso darle a conocer a la opinión pública los esfuerzos que ha venido realizando esta Corporación para cumplir con el mandato constitucional de elegir Personero y Contralor Distrital que estén en propiedad y que actúen con sentido de pertenencia en el periodo legal.

La fragilidad que nos ha generado la pandemia producida por el coronavirus Covid-19, sin duda ha afectado la función pública, y procesos como los judiciales, por ejemplo, fueron forzados a suspenderse por un largo período. 

Pero no todo ha sido malo, esta inédita adversidad a la que nos enfrentamos todos, nos ha permitido dar un paso hacia delante en la implementación de la tecnología en los asuntos públicos y, así, el Concejo Distrital de Barranquilla no se detuvo, sino que avanzamos para que las necesidades de nuestros conciudadanos sean atendidas. No obstante, otro “virus” contra el que nos enfrentamos es la inestabilidad que han sufrido los órganos de control territorial. 

Por su parte, el proceso para elegir Personero Distrital fue abierto, oportunamente, por la Mesa Directiva de la vigencia 2019, integrada por los Honorables Concejales Juan José Vergara, Rubén Marino y Mari Henríquez, mediante la Resolución No. 211 de 2019. 

El proceso avanzó hasta la práctica de las pruebas de conocimiento, sin embargo, el concurso resultó suspendido por decisión del Juzgado Trece Administrativo Oral del Circuito de Barranquilla, mediante proveído fechado el 25 de noviembre de 2019, en virtud de la decisión de suspensión provisional de los efectos jurídicos de la resolución.

Por su parte, el proceso de Contralor culminó con la elección de quien ocupara el primer puesto en el concurso de méritos; previa práctica del examen de conocimiento a cargo de la Universidad CUC, y luego de que su hoja de vida hubiese sido calificada por un Comité Evaluador. 

Sin embargo, las investigaciones iniciadas en contra del Contralor elegido y la suspensión provisional ordenada por la Procuraduría General de la Nación le dieron una prematura salida de esta entidad, obligando a este Concejo a encargar al ingeniero Jorge Guevara como Contralor Distrital por el término de tres (3) meses.  

Frente a este escenario, inmediatamente la plenaria del Concejo autorizó a la Mesa Directiva 2020, integrada por los honorables concejales Juan Camilo Fuentes Pumarejo, Mauricio Villafañe y Ernesto Crissien, para que adelanten todas las gestiones administrativas requeridas con el propósito de concluir con la elección del Contralor titular. En consecuencia, estamos nuevamente ante la vacancia de los dos órganos de control distrital más importantes para garantizar la transparencia en las gestiones del Distrito frente a los Estados de Emergencia que el Gobierno Nacional ha decretado. No en vano el Estado Social de Derecho se erige cuando existe la separación de poderes y, al mismo tiempo, los contrapesos se encargan de vigilar las conductas disciplinarias y fiscales de la Función Pública Territorial, para nuestro caso.

Pero en Barranquilla, el Junior F.C. nos enseñó que el futbolista no se hace solamente mirando el partido, sino que se requiere que entre en el juego, de manera que hemos venido promoviendo al interior de la Corporación fórmulas que garanticen la Legitimidad de estos nuevos concursos que se abren paso. Para lograr lo anterior, he insistido en convocar a los entes de control de orden nacional para que vigilen de cerca y preventivamente los procesos de convocatoria al concurso de méritos para ambos cargos. La sombra que hoy cubre el retiro del saliente Contralor solo puede desvanecerse ante la límpida claridad que ofrece la vigilancia de la ciudadanía, en primer lugar, y de la Procuraduría General de la Nación, en ejercicio de su función preventiva.

Sobre el asunto de la Personería Distrital, para poder avanzar con la designación del cargo de Personero, he insistido en utilizar todas las herramientas legales que pongan fin anticipado al proceso que mantiene suspendida la convocatoria para esta entidad. Concretamente, presenté en días pasados una proposición en el cual solicité que se facultara al presidente Juan Camilo Fuentes Pumarejo y a la mesa directiva de que en caso de que se produzca un fallo judicial durante el periodo de receso de la Corporación esta contara con los mecanismos que le permita sacar avante dicho proceso. Igualmente y como consecuencia de la primera, el día 11 de agosto presenté un escrito con dirección al Juez que también fue aprobada por la plenaria en la cual la Mesa Directiva a través del presidente solicite a la Juez de conocimiento la sentencia anticipada con base en el Decreto Legislativo 806 del 04 de junio de 2020,  con lo cual se logrará poder iniciar un  proceso dentro de los términos de ley teniendo como base el tenor literal del artículo 13 reza lo siguiente:

Artículo 13. Sentencia anticipada en lo contencioso administrativo. El juzgador deberá dictar sentencia anticipada:

1. Antes de la audiencia inicial, cuando se trate de asuntos de puro derecho o no fuere necesario practicar pruebas. (…)

2. En cualquier estado del proceso, cuando las partes o sus apoderados de común acuerdo lo soliciten, sea por iniciativa propia o por sugerencia del juez. (…)

Con esta medida de celeridad procesal, tanto el juez como este Concejo y la ciudadanía en general, tendremos la posibilidad de dar fin a esta convocatoria que, por defectos en la redacción, nos tiene envueltos en esta controversia judicial y a la ciudad sin Personero. 

Es de aclarar que los cargos en contra de la Resolución No. 211 de 2019 son por haber incluido erróneamente los requisitos para el cargo de Contralor Distrital, siendo que no son los mismos para el cargo de Personero Distrital. 

Esto nos coloca en un “asunto de puro derecho” como lo señala en artículo invocado y le entrega a la Mesa Directiva y al presidente Fuentes Pumarejo la llave que abrirá el candado que tiene secuestrado la solución para la elección de un personero distrital con absoluta Legitimidad. 

El perfil que reclama esta ciudad no se satisface sólo con los requisitos legales, ahora se exige que, además, el próximo Personero pueda representar con dignidad la magistratura moral de la ciudad, hombre o mujer, que sea de academia, de vida pública, comprometido con el deber moral administrativo y con la humildad que requiere el servir a los demás.

Por Juan Ospino Acuña

Concejal de Barranquilla.